Nadie Te Creía
Por Don Cascarito
Eran los albores del campeonato, la gente estaba contenta por lo que habías hecho la temporada pasada, Chivas hacía un futbol vistoso, agradable, abierto y de toque, por eso y por los clásico programados para ésta ocasión, los abonos se vendieron como pan caliente. Todo parecía indicar que sería una ocasión tranquila.
Comezó el Clausura, no se jugaba mal, pero no se ganaba, peor aún fueron esas dos derrotas ante Morelia y León que hicieron explotar la cabeza de aficionados y prensa. Las cosas no estaban funcionando, todo era incertidumbre, zozobra, preocupación, y para echar más sal a la herida, se te acosaba con el tema del descenso.
Matías, no te quedaste con los brazos cruzados, observaste el funcionamiento, viste que respetar jerarquías no era sano para el equipo, volteaste a la banca, observaste que algunos elementos levantaban la mano pidiendo una oportunidad, y quienes no te respondían en la cancha se ganaron su merecido castigo. Basta con recordar esa conferencia de prensa después de aquel partido contra León el 14 de Febrero en tu cancha, te oías disgustado, tenso, molesto, pero a la vez, seguro de que los cambios te funcionarían, así fue.
Por fin llegó la ocasión, esa victoria contra Querétaro le cambió la cara por completo a tus muchachos, urgía la victoria para ganar no solo en el marcador, sino en todos los sentidos. Tus jugadores ganaron en confianza, alegría, solidaridad, esperanza y deseos de salir adelante.
Llegó el clásico, no se te dieron las cosas, tu equipo fue apuñalado con dolo, jugaron mejor, sí, pero no bastó la entrega y haber puesto el futbol en la cancha, así no se puede jugando contra doce, pero eso no te detuvo, Matías, las cosas ya se estaban dando.
La segunda fase del torneo fue maravillosa para tu afición, de a poco, y con buen futbol, llegaron las victorias. Tus seguidores se volcaron hacia ti, el equipo ya se había salvado del descenso y ya nadie pensaba en eso, metiste al equipo en zona de calificación, los volviste la mejor defensa del torneo, se aumentó la cuota goleadora y se le ganó al verdadero rival, el Atlas.
Es cierto, Matías, te hace falta mucho por mejorar, porque los cambios te siguen fallando, a veces no los entiendo, pero buscas que el Rebaño vaya hacia el frente, que sea el primero en abrir el marcador, de ser el dueño del balón, de imponer condiciones, de agradar y hacer más divertido éste bello deporte. Sabes perfectamente que con Chivas no se juega y siempre debe ganar, gustat y, si se puede, golear, porque vienes de un equipo grande en tu país como River Plate, conocer lo que es ver el sufrimiento de millones de aficionados cuando un histórico cae al pantano de la segunda división, por eso y más, te pusiste a trabajar para impedir que eso sucediera con el más mexicano de los equipos.
Tuviste una virtud, "pelado", no te desesperaste, tu mayor acierto fue hacer los cambios correspondientes que, si vemos bien las cosas, los realizaste a tiempo, cuando todos te criticábamos por haber actuado "tarde". Lo más llamativo de todo esto es que supiste ganar la confianza de la directiva, esa que ha cambiado 26 veces de técnico en casi 13 años y ya te quieren prolongar contrato.
Sigue así Matías, el tiempo te está dando la recompensa que mereces, ojalá puedas llegar lo más lejos que puedas con el Guadalajara, estoy seguro de que serás una de las figuras más recordadas en casi 110 años de historia.
Twitter @danieleonp